Sin lugar a dudas el algodón ha sido el tejido de los siglos XIX y XX, sin embargo, su uso para producir ropa va a ir disminuyendo durante las próximas décadas. Las empresas y los consumidores están comenzando a darse cuenta que es necesario encontrar otras alternativas más sostenibles. Para que esto pueda ocurrir a gran escala, el tejido del futuro tiene que ser sostenible y económico: aquí le presentamos algunas de las mejores alternativas al algodón.
3 razones por las que el algodón daña al medio ambiente
Hay muchas razones por las que el algodón que utiliza normalmente la industria del algodón está dañando el medio ambiente, pero son tres las que sobresalen del resto: el uso de plaguicidas y fertilizantes, el uso de tierras cultivables (el algodón utiliza hasta el 2,5% de la superficie cultivada en el mundo) y la necesidad de regar constantemente (hasta 10.000 litros de agua por cada kilo de algodón).
Poco a poco se están utilizando otros tejidos y ya nadie se sorprende por esto. El algodón ecológico es un gran paso para lograr un tejido sostenible ya que no involucra plaguicidas sintéticos o tóxicos, pero aún así necesita mucha agua y espacio para crecer. Actualmente, las principales alternativas son el poliéster, el cáñamo, el lyocell y por supuesto el bambú.
Poliéster
El poliéster es una fibra sintética que prácticamente no utiliza agua en su producción, pero el proceso de producción requiere mucha energía y a veces componentes derivados del petróleo. En la actualidad muchas empresas están tratando de encontrar la manera de usar tejido reciclado durante el proceso.
Cáñamo
El cáñamo se ha utilizado durante siglos, si no es que más, para producir ropa. Normalmente es más fuerte que el algodón y requiere menos agua y menos superficie para su producción, pero necesita mucha energía durante el proceso de transformación.
Lyocell
El lyocell es una celulosa que proviene de la madera (generalmente Eucalyptus). La madera crece en una porción de tierra limitada y no necesita mucha agua, pesticidas o insecticidas. Además, continuamente se reutiliza un disolvente que no es tóxico en un proceso de fabricación cerrado. Sin embargo, es una fibra artificial y requiere mucha energía y mano de obra.
Bambú
El bambú se parece a el lyocell solo que es una planta (sí, el bambú es una planta) y esta planta no necesita ningún tipo de riego especial, pesticidas o insecticidas. También disminuye la erosión del suelo y mejora la fertilidad del suelo. Además, el disolvente que se usa no es tóxico y el proceso se realiza en un circuito cerrado.
Después de comparar todos estos materiales, podemos decir con seguridad que el bambú es el mejor tejido sostenible disponible en la actualidad para vivir en un mundo mejor. Creemos firmemente que la calidad de los productos finales y el proceso ecológico crearán una tendencia nueva en el mercado.